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Las finanzas: la columna vertebral de toda clínica

Realizar un análisis de la situación financiera de la clínica le permite aplicar las medidas correctivas o inversiones necesarias sin tener que esperar a los informes de contabilidad. (Foto: Unsplash)

vie. 18 julio 2025

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Nuestro experto en Gestión del Consultorio, Roberto Ardila, describe en este artículo la necesidad de conocer a fondo la estructura económica de su consultorio, clínica o empresa. Como explica a continuación, contar con este conocimiento le brindará estabilidad y para generar valor para sus clientes, diferenciarse en el mercado y mejorar su calidad de vida profesional y personal.

Toda clínica tiene que llevar a cabo una gestión comercial que genera flujos de ingresos derivados de la prestación de servicios o la venta de productos. Sin embargo, estos ingresos ocasionan egresos operativos, administrativos y estratégicos que, si no se gestionan adecuadamente, pueden comprometer la rentabilidad y la sostenibilidad de la clínica.

Muchos profesionales desconocen su realidad financiera y dependen únicamente de los informes periódicos de su contador. La falta de información en tiempo real, sumada al desconocimiento o a una interpretación inadecuada de dicha información, impide un análisis financiero oportuno y dificulta la toma de decisiones estratégicas fundamentales. Contar con métricas clave —que van más allá de un informe contable— permite ilustrar la situación y aplicar correctivos sobre la marcha, sin tener que esperar al cierre del periodo de contabilidad.

 

Las empresas y clínicas que adoptan un enfoque financiero estructurado logran independencia, reducen el riesgo de improvisación y fortalecen su competitividad.

 

Un monitoreo financiero —diario, semanal, mensual y anual— permite identificar tendencias, reducir riesgos y fortalecer estrategias de crecimiento sostenible. La gestión eficiente del capital de trabajo, junto con una planificación financiera rigurosa, garantiza la liquidez necesaria para operar sin recurrir a financiamiento innecesario ni a prácticas de endeudamiento ineficientes.

Las empresas y clínicas que adoptan un enfoque financiero estructurado logran independencia, reducen el riesgo de improvisación y fortalecen su competitividad. Conocer las finanzas de la organización es el primer paso para construir un mejor presente y, por consiguiente, un mejor futuro. A mayor tiempo de planeación, menor tiempo de ejecución, lo que estimula la tranquilidad financiera y la creatividad para diversificar el portafolio de ingresos.

El crecimiento en ventas suele percibirse como una señal de éxito, pero en muchos casos oculta problemas estructurales. Un aumento en los ingresos puede generar una falsa sensación de estabilidad, que conduce a un gasto descontrolado en lugar de fomentar la optimización de recursos. Sin duda, se trata de un indicador positivo, pero tiene que estar respaldado por una estructura de costos sólida. No se trata sólo de vender más, sino también de garantizar que cada ingreso se administre de forma eficiente para maximizar la rentabilidad. Una gestión financiera proactiva permite generar excedentes que pueden reinvertirse en expansión, innovación o diversificación de líneas de productos o servicios.

Mi invitación puntual es a que siempre tengan clara su realidad financiera. Para ello, a continuación, les propongo 13 pasos para comprender y gestionar sus finanzas y así tomar decisiones asertivas en tiempo y forma:

  1. Identifique y separe claramente sus ingresos y egresos personales de los de su empresa o clínica. Si no hay una distinción precisa entre ambos ámbitos, será difícil lograr una adecuada planeación financiera.
  2. Identifique las principales fuentes de ingreso.
  3. Determine qué productos o servicios generan un mayor margen de ganancia.
  4. Analice los principales gastos operativos y administrativos.
  5. Evalúe los procesos repetitivos y su impacto en costos, la calidad y la imagen de su clínica o empresa.
  6. Identifique los principales reprocesos, sus consecuencias, costos y el deterioro que puedan causar en el producto final o el servicio.
  7. Diseñe e implemente, junto con su equipo, un plan para el manejo de contingencias.
  8. Establezca un protocolo único para el manejo de los recursos financieros.
  9. Defina la periodicidad del análisis financiero. Según el área, haga partícipes a los líderes responsables y comprométalos con el cuidado riguroso de los recursos, utilizando cifras reales que le permitan evidenciar tendencias y facilitar el seguimiento.
  10. Utilice gráficos para visualizar tendencias y comparar resultados con años anteriores o períodos parciales previos.
  11. Tome decisiones basadas en el análisis estructurado de la información financiera.
  12. Implemente herramientas tecnológicas (hardware o software) para gestionar y analizar datos, pero capacítese también en el análisis cualitativo. Los números sin interpretación, son un recurso subutilizado.
  13. Reserve tiempo para proyectar iniciativas futuras a partir de los recursos disponibles en el presente.

 

En el entorno empresarial actual, donde la eficiencia financiera es clave para la supervivencia, el conocimiento profundo de las finanzas no es una opción, sino una necesidad estratégica.

 

La clave: correlación entre ingresos y egresos

El objetivo no es sólo incrementar los ingresos, sino también optimizar todos los recursos, manteniendo los egresos bajo control o incluso reduciéndolos. Cuanto mayor sea la brecha entre ingresos y egresos, mejores serán los resultados obtenidos. Un manejo financiero saludable le brindará independencia en la toma de decisiones, y reducirá tanto la improvisación como el desgaste operativo.

En el entorno empresarial actual, donde la eficiencia financiera es clave para la supervivencia, el conocimiento profundo de las finanzas no es una opción, sino una necesidad estratégica. Este conocimiento le brindará estabilidad y enfoque en lo realmente importante: generar valor para sus clientes, diferenciarse en el mercado, aprovechar oportunidades de inversión, mejorar su calidad de vida profesional y personal, y ofrecer a su equipo —y a sus respectivas familias— un entorno empresarial estable, dinámico, y en crecimiento, donde puedan desarrollar sus propósitos de vida.

Nota editorial:

Roberto Ardila Simpson es Gerente para Latinoamérica de K&P Group, organización dedicada a potenciar el impacto de clínicas y empresas de odontología.

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