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Abrazando la inteligencia artificial

Second Opinion es la primera plataforma radiológica en tiempo real impulsada por IA del mundo que detecta automáticamente docenas de condiciones en las radiografías dentales. (Foto: Pearl)

jue. 24 marzo 2022

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A algunos dentistas les preocupa que la inteligencia artificial (IA) sea una amenaza para su profesión. He aquí por qué están equivocados. La IA ha hecho rápidos avances en odontología. Los responsables y muchos de los que están presenciando su desarrollo alaban los muchos beneficios que traerá. Sin embargo, hay algunos en odontología que, al escuchar esos beneficios, infieren que la IA puede ser una amenaza.

Esta es una respuesta familiar cada vez que se introduce una tecnología que puede realizar una tarea que anteriormente dependía de la experiencia humana. Con respecto a la IA, su preocupación está fuera de lugar. La IA es una amenaza solo para aquellos que se oponen a la objetividad, la verdad y la coherencia.

La IA es neutral. De hecho, va más allá de la imparcialidad al desinterés. El valor de un sistema de IA proviene de la precisión de sus conclusiones. Lo que hacen los desarrolladores de IA, por lo tanto, es construir sistemas cuya única preferencia sea la precisión. El desarrollo de sistemas de IA desinteresados ​​no solo garantiza la utilidad, sino que también garantiza la adopción más amplia. En resumen, quienes desarrollan sistemas de IA tienen un interés personal en mantener la neutralidad de sus sistemas. Como tal, la IA dental no sirve a ningún maestro más que a la verdad.

A medida que avanza cualquier industria, descubre e incorpora más y más verdad, y esa verdad elimina errores e inconsistencias. Una mayor verdad a menudo fluye de una nueva tecnología, más típicamente un medio de medición u observación más precisa. Las imágenes de rayos X son un ejemplo obvio. La IA es otra. Es simplemente un nuevo medio de medición y observación, una herramienta que traerá la verdad y el correlato más importante de la verdad, la consistencia, a una industria que necesita ambas.

“La IA es una amenaza solo para aquellos que se oponen a la objetividad, la verdad y la coherencia”

La inconsistencia es una de las mayores deficiencias de la odontología. Las lecturas de radiografías dentales son un ejemplo perfecto. Varían ampliamente entre los profesionales. Es de esperar diferencias en la opinión profesional, pero la inconsistencia generalizada y aceptada en el diagnóstico ha dejado una puerta abierta para que los malos sujetos sometan a los pacientes a tratamientos innecesarios para aumentar las ganancias. A menudo se hace referencia a la IA como una tecnología de cambio de paradigma porque tiene el poder de modificar, e incluso transformar, suposiciones fundamentales. Una inconsistencia tolerable en la industria dental es la suposición de que la IA cambiará. ¿Eso lo convierte en una amenaza?

La pérdida ósea es una condición peligrosa que requiere tratamiento. Sin tratamiento, empeorará con el tiempo. Supongamos que se detecta y trata un 15% más de casos de pérdida ósea grave gracias a la IA. Como resultado, algunos pacientes tendrán mayores costos de atención médica oral. ¿Es tan malo? Por supuesto que no. El objetivo de la medicina es brindar atención a los pacientes que la necesitan.

En la actualidad, los pacientes, los sistemas de salud federales y las aseguradoras privadas a menudo pagan por la atención sin validar la necesidad del tratamiento. Si la IA cambia esto y se evitan más tratamientos innecesarios, ¿eso es malo? En absoluto: movería a la industria en una dirección positiva, ahorraría dinero y promovería una mejor atención.

Cualquier cosa que una industria pueda hacer para generar resultados validados estadísticamente y reproducibles beneficiará a todos los que interactúen con ella. Para la odontología, esos beneficios equivaldrán a una mejor atención al paciente, una mayor confianza del paciente y, en última instancia, un negocio más confiable del que los dentistas se ganan la vida.

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